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“Tengo 43 años y hace cuatro incursioné en la industria del modelaje Webcam”

Sobre el autor

Juan Camilo Moreno Cuellar

Juan Camilo Moreno Cuellar

Abrimos un espacio para indagar, desde adentro, sobre la esfera del modelaje Webcam. Hablamos con una modelo referente de Galarina Estudios. Conversamos sobre el oficio, los retos, los estereotipos, la clandestinidad, y muchos temas más.

*Por cuestiones de seguridad, preferimos mantener a la modelo en anonimato.

¿Cómo fueron tus inicios en el modelaje Webcam, y por qué incursionaste en la industria?

Soy diseñadora de modas y tuve una empresa de vestidos de baños, pero quebró por la llegada de mercancía china. A pesar de todo el caos que viví cuando empecé en la industria, no entré a este trabajo como si fuera un escampadero o como mi última opción, que es el común denominador, y por eso es tan alto el grado de fracaso y deserción, sumado a decepción, creando así la mezcla perfeta. Paradójicamente siempre me gustó el tema de entretenimiento para adultos.

Cuando empecé, en Bogotá, no había espacios decentes para el oficio de webcamer. Estuve haciendo un estudio de mercado de la industria, y me tocaba, literalmente, echarme la bendición y entrar a los lugares. Iba con mi mejor amigo y le decía “si no te doy una señal de vida en una hora, llama a la policía porque seguro me pasó algo”. Fue difícil dar con un buen equipo de trabajo, pero llegué a Galarina Estudios y encontré lo que necesitaba.  Tengo 43 años y hace cuatro incursioné en la industria del modelaje Webcam.

¿La clandestinidad del oficio trae como consecuencia la precariedad de los estudios Webcam?

Desafortunadamente este es un negocio que aún, a pesar de los avances tanto tecnológicos como culturales, sigue fuertemente arraigado a un moralismo y tabú agresivo. Esta industria esta en un limbo jurídico y empresarial, por eso no es considerado como un trabajo u oficio amparado por la regularidad. La clandestinidad en este negocio ha sido el factor que ha hecho que haya tanto estigma social e inseguridad, porque la gente relaciona este oficio con la prostitución. Esto no es prostitución porque yo no estoy teniendo contacto físico con nadie, ni nadie me está tocando.

¿Con qué estereotipos o señalamientos te has topado en estos cuatro años de experiencia?

Como modelo Webcam, desafortunadamente, cargo en la espalda con un estereotipo  y con un estigma relacionado directamente a la sexualidad. Si tu me presentas como amiga tuya y le dices a tus amigos: “ella es webcamer”, eso es una etiqueta que dice: “la vieja es fácil”. La gente asume que esto es plata cómoda, y no. Esto es un trabajo bien pago, pero requiere unos elementos muy puntales, adicionales al tema de la belleza, que no es la única competencia, e incluso no es necesaria porque es subjetiva. Esto tiene tanto de ancho como de alto. Llevo cuatro años en este trabajo y te digo que podríamos pasar mucho tiempo hablando y recordando historias, porque esto es un universo de los muchos más que existen paralelos sobre este tema.

¿Cómo resaltar en un oficio que está creciendo exponencialmente?

Yo soy una persona a la que le gusta leer. Me gusta sentirme interesante cuando tengo una conversación con alguien más. Eso me ha servido mucho. Para mi ha sido un punto fuerte y un gancho porque el tema sexual es intrínseco a esto, lo tenemos claro, puede ser el primer contacto con los usuarios, pero cuando yo estoy en la capacidad de debatir sobre una película, o de un libro, o de cine, o ciclismo, los usuarios se encuentran, en un escenario señalado como sugestivo, con una persona que ofrece una relación e interacción mucho más allá que meramente en el ámbito sexual.

Yo estoy convencida de que en este trabajo yo soy una marca y esa marca debe tener un indicador; algo muy puntual que te diferencie de las otras personas que están alrededor, de los otros productos, por decirlo así. Digo producto porque al final de cuentas si estamos vendiendo algo. Para resaltar, y no solo pasa en esta industria sino en la vida como tal, tengo que mostrar algo diferente y genuino que sea atrayente para un usuario, cuando hay mil modelos más ofreciendo todas lo mismo. Siempre uno debe tener claro cuáles son sus competencias y fortalezas.

¿Con qué retos y/o desafíos te has topado en el modelaje Webcam?

Esto ha sido una batalla épica. Yo entro a esta industria en una edad donde posiblemente muchas personas ya están retirándose. Pero yo nunca he pensado en el tema de mi edad como un tabú, o limitación. Con el paso del tiempo me encuentro con la ventaja que representó, y representa, la edad que tengo. La mentalidad, la experiencia, los motivos y las razones. Los retos principalmente nacieron a partir de lo que se decía sobre el trabajo, y no en la realidad misma que se vivía. Además de que uno no siempre está dispuesto o presto a aguantarse algunas cosas que los usuarios solicitan; o a estar frente a una cámara sentada en una cama ocho horas o más; o a los problemas externos, personales, con los que todas las personas cuentan, el mayor reto que he tenido que enfrentar es todo lo que se dice de este trabajo. Yo sigo en la incansable lucha por dignificar este oficio; por solicitar el respeto que se merece. Cuando se entienda al modelaje Webcam como una oportunidad de progreso y como una industria establecida, se respetará y dejará de condenarse en los estereotipos y señalamientos.

¿Cómo dignificar la industria del modelaje webcam?

Se dignifica cuando yo entiendo que esto es una industria, y lo reitero mucho porque aquí es donde está el primer error de este trabajo. Cuando tú ves esto como una actividad fácil, relajado y sencillo, no dignificas lo que los hombres (porque también los hay en el modelaje webcam) y mujeres hacen por un oficio que sigue siendo juzgado y satanizado. Esto mientras disfrutas del porno, o te quedas viéndole la cola a una mujer y le dices obscenidades en la calle, porque así funciona la doble moral, y es esa doble moral la que no nos deja en paz.

Las personas vienen a trabajar a esta industria con el imaginario de que esto es muy relajado; de que aquí no hay que pensar, que solo es abrirse de piernas y ya está, y están muy lejos de la realidad. Y los usuarios me lo dicen, “es que tú eres muy inteligente”, y resaltar de esa forma es dignificar a quienes hacemos de esta actividad un oficio serio y de trabajo. La parafilia más peligrosa puede ser la inteligencia. Y es en esta libertad que se vive en el oficio, donde se encuentra la dignificación y el valor de hacer lo que hacemos.

¿Libertad y voluntad, o cosificación?

Todo debe ponerse en contexto. El tema de la cosificación de la mujer también es un cliché, porque la gente no ha entendido que, al ser el modelaje Webcam una industria, se requieren unos elementos y particularidades. Cuando yo estoy haciendo esto, porque me gusta, entra una decisión por voluntad. A mi me gusta sentirme bella, soy disciplinada porque tengo claro lo que quiero. Entiendo y respeto la interioridad de cada uno, y la idea del interior como factor de valor, pero también rescato la idea del cuerpo como un templo, que hay que cuidar. Tu tienes solo un templo, no tienes más.

El tema de la cosificación siempre será subjetivo y debatido, porque aquí estamos vendiendo unos elementos que, con la consciencia como mujer y/o como modelo que tengo, siempre estarán  expuestos a la crítica, a la adulación, al respeto, o al odio.

No vamos a tener nunca un consenso en la opinión particularmente sobre este tema, porque habrá personas que critiquen y digan que es explotación  a la mujer, o la mujer vista como un objeto, pero aquí entra el moralismo y el criterio. Amigos, la masturbación ha existido por toda la vida, las prostitutas también, los hombres ‘arrechos’ igual, las mujeres que nos gusta este trabajo y nos gusta que nos admiren y deseen, seguiremos existiendo. Así nos juzguen hasta los mismos consumidores.

Entonces los usuarios juzgan el contenido que ellos mismos buscan…

Algunos usuarios me preguntaban: “¿por qué trabajas en esto?”, con un tinte de menosprecio y rechazo. O sea, tú te acabas de masturbar viéndome, y me estás juzgando por lo que acabamos de hacer, y digo ‘acabamos’ porque es algo que hicimos juntos. La doble moral siempre está más presente en las cabezas que aseguran no tenerla.  Yo soy una persona absolutamente convencida y coherente con lo que estoy haciendo aquí. A mi nadie me dijo, engañada, que esto es otra cosa. Y me he topado con ese tipo de señalamientos, en intento de romance: “¿por qué haces esto, o trabajas en esto?, mereces algo mejor, esto no es para ti”, y resulta que todo eso que juzgan y menosprecian de una mujer dentro de la pantalla, es a lo que se vuelven adictos, disfrutan, y pagan por eso.

¿Existe una relación sentimental con los usuarios?

Uno si se involucra con los usuarios, claro que sí. Y los quieres y  te preocupas por ellos, y te ríes con ellos. Creas un ambiente de complicidad e interacción con tus usuarios. Claro que encuentras siempre un límite, una línea que no puedes pasar, ni tú, ni ellos. Es un trabajo en conjunto, y tu brindas amistad y compañía, pero todo sigue mediado por una pantalla.

Uno se involucra. Además del personaje que construimos, existe una relación innata. Esto no es 100% virtual, para eso está el porno. La interacción es lo que hace que esto sea diferente. Hay una conexión necesaria que se crea con las personas que consumen este tipo de contenido.

¿Quiénes consumen páginas de modelaje Webcam tienen alguna particularidad mental o limitación social?

La gente tiene una tendencia marcadísima por creer que a estas páginas solo entran viejos pervertidos, locos, etc. Y resulta que no, porque a todos nos gusta ver porno, nos gusta darnos placer. Es natural en el ser humano la necesidad de morbo y perversión, eso es la verdad. Claro que entran personas que se salen del estándar y proponen o dicen cosas que uno no está dispuesta a hacer, por nada del mundo. Pero no hay que encasillar a quienes disfrutan de estas páginas, condenándolos a la locura o perversión malintencionada porque no es verdad que así funcione. Ahora con la pandemia, estás páginas, con la interacción que proponen, se dispararon en consumo.

Este no es el Disney de los degenerados. La doble moral es la que hace que la gente diga “qué porquería eso”, “ahí solo entran viejos verdes, pervertidos, etc.” Completamente falso. Hay gente con mucho dinero que simplemente cuenta con un estilo de vida muy solitario. Y esa es la generalidad, en realidad. La soledad de un contexto determinado.

Hablemos sobre el estudio en el que trabajas: ¿qué tiene Galarina, que ningún otro estudio tiene?

Por suerte di con unas personas buenas, unas personas que adoro: Felipe Orjuela y Eder Méndez, que más que mi relación contractual con ellos, son mis amigos. Yo empecé en Galarina apenas el estudio estaba estableciéndose. Aprendimos juntos, y me topé con dos personas con tinte de ingenuas en un principio, pero con una humanidad gigantesca. Pasaron cuatro años y esa ingenuidad se ha convertido en profesionalismo, soporte, apoyo, conocimiento, pero la humanidad continua intacta. La calidad humana de este estudio, que defiendo con todo lo que soy, es por lo que resalta y se destaca. Vienen periodos malos y buenos, pero el quipo de Galarina siempre está presto a ayudar, y lo más valioso, a aprender. A seguir aprendiendo y a brindar a sus modelos el mejor espacio de trabajo.

Para terminar: ¿qué le dirías a una persona que quiere incursionar en la industria del modelaje Webcam?

Por favor no vean este trabajo como un escampadero, porque si es así, saldrá mal. Yo le digo a las chicas, y chicos también, que llegan a esta industria, que dejen todo los tabús y estereotipos con los que cargan desde pequeños; culpa de la religión, la cultura, etc. No pueden entrar a trabajar en algo que consideran es malo, o está mal, porque no se hará bien. Averigüen, empápense de lo que la industria ofrece y requiere. Tomen la decisión de incursionar en este campo por voluntad propia, y con la firmeza y fortaleza suficiente para enfrentar un camino con soledad y sacrificio, pero lleno de resultados gratificantes y valiosos. Den con un buen equipo, con personas competentes, respetuosas, y sobre todo, humanas; así como yo di con el equipo de Galarina Estudios.