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Amor en el modelaje webcam: una oportunidad de libertad

Sobre el autor

Juan Camilo Moreno Cuellar

Juan Camilo Moreno Cuellar

Abrimos un espacio en El Blog Galarina para compartir con Korina y José, una pareja que ha estado envuelta en los retos, el apoyo, la compañía, pero sobre todo: el amor. Conocimos su historia, la magia y el poder que tiene la sinceridad en una relación donde el modelaje webcam está presente. Nos llenamos de ternura y orgullo al reflejar en esta pareja la importancia de la libertad y la confianza en el necesario sentir de amar y ser amado.

Korina y José: dos jóvenes normales, sencillos pero especiales. Dos personas que encuentran en los ojos del otro una oportunidad para reflejar en el camino arduo de la cotidianidad, pequeños destellos de luz y de compañía. Él, tatuador; ella, fotógrafa y modelo Webcam, los dos: un equipo.

El amor en el modelaje webcam, ¿posible?

Quizás esta pregunta ya condicione una respuesta por parte de nuestros lectores. Puede haber varias opciones, seguro que sí, pero, con el afán de visibilizar una realidad que está presente en el diario vivir de las personas cuyo oficio es el modelaje webcam, presentamos lo que para nosotros, y según los protagonistas de esta historia, sería el camino ideal para llevar esta singularidad. Es incomodo, difícil y nos llena de impotencia la manera cómo el modelaje webcam ha entrado en un cajón (o clóset) del que no ha podido salir. El duro juicio, las ideas hipotéticas y las suposiciones sobre todo lo que mueve la industria, ha volteado los ojos hacia el oficio, donde lo privado es cada vez más elegido por parte de quienes participan activamente de él. Hasta el amor se ha vuelto complicado. Las historias felices son escasas y la realidad solo refleja un espejo de criticas y señalamientos. Hoy quisimos rescatar a Korina y José de ese reflejo. Los presentamos como ejemplo y motivación, quienes nos llevan a entender que la libertad es un puente entre el amor, la compresión, la fortaleza y compasión.

Korina y José:

Korina y José llevan más de cuatro años presentes uno en la vida del otro. El camino ha estado lleno de altibajos, pero el amor siempre ha sido quien lleva la batuta en la orquesta que han formalizado desde que los dos decidieron abandonar su país. “Él se fue de Venezuela, pero una parte de él se quedó conmigo. Se fue estando con alguien más. Vino para Colombia, y yo pensé que no lo volvería a ver. Al año nos encontramos aquí, y lo supimos, siendo más maduros, más fuertes y necesitando el uno del otro”, cuenta Korina, mientras sonríe y recuerda los primeros pasos que dieron juntos.  Desde el comienzo la conexión fue particularmente mágica. José admiraba lo que Korina hacía, llevando la fotografía y el arte del cuerpo a otro nivel. Él sabía que era especial, y guarda  en su memoria momentos de euforia y belleza que vivió junto a su compañera.

“Yo sabía cómo era Korina, sabía las motivaciones que tenía. Me gustaba por su autenticidad, por ser tan única. Veía sus fotos, veía su interés por el cuerpo, por la desnudez, por la piel misma, y eso me atraía. Yo estaba con alguien más cuando ya amaba a Korina, y por algún tipo de casualidad, o porque así debía ser, terminamos juntos aquí en Colombia”.

Cuando se volvieron a encontrar, después de un año, lo confirmaron y lo decidieron: empezaron una relación que hasta el día de hoy se mantiene fuerte y estable.

El modelaje webcam y la incondicionalidad del sincero querer

El tiempo pasaba y las oportunidades se presentaban eventualmente en la vida de Korina y José. Él continuaba con su pasión de tatuar y se asentaba cada vez más con clientes y amigos fijos, y  Korina trabajaba en una tienda de ropa que se ubicaba en el centro de Bogotá. Estaban bien, pero los cambios y las opciones llegan en el momento justo. Korina empezó a interesarse por el tema del modelaje webcam, y, por su innata curiosidad, buscó respuestas a sus inquietudes. “Yo quería cambiar de trabajo. Me iba bien, pero no me sentía completamente cómoda. Una amiga me comentó sobre el modelaje y me aventuré a consultar sobre ello. Hicimos, con José, una especie de estudio de mercado, y di con varios lugares que no eran del todo suficientes; hasta que llegué a Galarina”. Su primer acercamiento, como ella lo narra, se dio con una persona que abrió la puerta con una sonrisa en el rostro, y la invitó a seguir; Felipe Orjuela, uno de lo socios y fundadores de Galarina Estudios. Después de visitar varios estudios, conocer diferentes personas y encontrarse con espacios y sensaciones poco amigables, Korina y José encontraron en la calidez de su estudio actual, un lugar donde empezar su carrera como modelo; una carrera que no ha tenido pausas ni finales.

“Desde que ella me comentó que quería ser modelo, yo la apoyé. Le dije que de una, que averiguáramos, que yo la iba a ayudar. Nunca pensé en detenerla, ni prohibirle nada. Primero, porque yo no soy nadie para limitar a nadie, y segundo, porque ese era mi deber y mi querer. Si tu no eres el fan numero uno de tu pareja, no estás en nada. Yo la apoyé, la apoyo y la apoyaré siempre”, cuenta José mientras sostiene la mano de Korina.

Los frutos, económicamente hablando, empezaron a verse y Korina comenzaba a disfrutar el nuevo estilo de vida que podía darse. Le gustaba conocer diferentes culturas, idiomas y personas de muchos países. Pasaba, y aún lo hace, tiempo frente a la cámara aprovechando las posibilidades que tenía de conexión inmediata acortando miles de kilómetros de distancia a la facilidad de un click. Desde ese momento se volvió modelo Webcam y su pareja, José, seguía siendo su fan numero uno.

Inseguridad y señalamiento: la idea de propiedad del otro

El mayor problema que presentan las personas que se dedican al modelaje webcam, nace a partir de lo que quienes los rodean piensan de ellos. Es ese juzgamiento, ese señalamiento, la ignorancia misma, lo que hace que quien es modelo lo sea en privado (como lo son en el comienzo casi todos y todas las modelos). En algunos casos, quienes deberían ser los fans número uno, como afirma José, se vuelven en los mayores retractores, generando complejos psicológicos para quienes esperan sentir un apoyo e interacción diferente.

“Todo parte de la idea de propiedad de alguien más. El amor pasa a estar en segundo plano cuando la propiedad lidera los ideales y principios. Las personas comparten situaciones, momentos, lugares, sentimientos, se comparten el uno al otro, pero no se pertenecen. Yo nunca quise que Korina fuera lo que yo dijera o pensara, y estoy seguro de que ella encuentra en mi lo que necesita. Ella no es mía, ni yo de ella. Somos nosotros y eso lo es todo”.

Además de las notables inseguridades que viven y sufren (en la mayoría de los casos) las personas que se dedican al modelaje webcam, en especial las mujeres, según Korina, está también presente el machismo arraigado con el que vive una cultura como la latina, bajo señalamientos religiosos, morales y éticos. “Machismo, claro machismo. He escuchado comentarios como ‘la mamá de mis hijos no estará por ahí mostrando el cuerpo’. Entiendo que todos tienen su forma de pensar y de idealizar la vida de los demás, pero si no comparten los mismos intereses ni el apoyo está presente, pues ¿qué hacen ahí? Querer también es dejarse ir y si tu mente no te permite acompañar a la persona que te ama en etapas diferentes, es mejor que la dejes libre por amor, y no que, bajo el mismo pretexto, le pongas límites”.

«¿Cómo se vive una relación donde alguno de los dos es modelo webcam”

Korina y José disfrutan del otro de una manera física y sentimental. José encuentra en el cuerpo de Korina un templo de novedad y exploración. El amor se transforma en todos los sentimientos que nacen a partir de la conexión entre dos o más personas. La libertad con la que Korina y José construyeron su atmósfera se resume en el deseo de crecimiento, de progreso, de felicidad, de saber y confiar que la labor misma no lleva ningún tipo de mentira o engaño. José admira lo que Korina hace, y Korina recibe esa admiración con profundo cariño y valor.

“Brother, el cuerpo de Korina es un territorio descubierto por un único hombre de manera tácita: yo. En caso de que en algún momento no sea así, seguro lo hablaremos, pero a mí me parece delicioso saber que las miles de personas que la ven la desean, pero solo yo tengo la fortuna de  compartir con ella, ahí, en mi casa, humana, viva, de carne y hueso. La parte visual, en la que Korina se desenvuelve, se convierte en el camino para obtener ingresos; eso es todo”.

Para Korina, los espacios que comparte con José son únicos y necesarios. Rescata la química que aún mantienen. Se siente segura de que quien está a su lado la ama, la desea y la valora como lo merece. Vive con el ideal de ser amada, y con la felicidad de haber encontrado una persona que no la juzga, ni la juzgará nunca, porque está seguro de lo que siente, no solo él por ella, sino ella por él. “Todas y todos en algún momento necesitamos a alguien que nos ame, necesitamos sentirnos amados; esa es la experiencia más linda del mundo. Yo la siento, y la vivo completamente libre y segura de que mi chico me mira con respeto y sincero cariño. Él siempre ha estado lejos de ser quien me juzgue”.

El cambio: una invitación al amor sin clausulas

 “Brother, si no eres feliz sabiendo que la persona que te acompaña te ama, te respeta y te valora, independientemente de lo que se dedique, no estas en nada, no lograrás estar tranquilo nunca. Si no estás seguro de lo que tienes, hazte a un lado y deja que alguien más haga lo que tú no puedes”, señala José.

Korina y José proyectan su relación a largo plazo. Saben que su equipo día a día se fortalece, no solo con las victorias, sino con las inevitables derrotas con las que están abiertos a toparse. Hablan el uno del otro con respeto y honestidad. Al preguntarles sobre qué le dirían a  una persona que está sufriendo algún tipo de represión por parte de su pareja, no solo dentro del modelaje webcam, sino en circunstancias cualquiera, evocan e invitan al cambio y a la conciencia de sentido y apoyo.

“Nadie le pertenece a nadie. Y si tu pareja no te apoya, en lo que sea que quieras, siempre y cuando no sea nada que vaya en contra del buen hacer, quizás el problema se solucione con un espacio, con la perdida, con la separación. No solo porque tu no merezcas que quien ‘te ame’ no te juzgue, sino por la tranquilidad y paz que están dejando de lado por querer mantener a flote algo que solo generará en ambos angustias y rencores”, afirma Korina, refiriéndose a la importancia de entender que amar también es soltar.

La historia que construyen y seguirán construyendo Korina y José, la ubicamos en el centro del foco por su particularidad e incondicionalidad. Amar es una oportunidad para ser libre junto a alguien más. Ellos lo entendieron, lo viven así, y se construyen cada día bajo decisiones basadas en el amor, y en la oportunidad de libertad que ambos tanto desean.